cap 77 •ѕ.σ.ѕ...мє єиαмσяé ∂є υи נσиαѕ!• ||иι¢к & тú||

La trampa fue planeada de principio a fin durante dos días, acabando un jueves para poner en marcha el plan ese sábado por la tarde.
El fin de semana llegó muy rápido y la cosa estaba así: Tu mamá y papá irían a pasar una segunda luna de Miel por un fin de semana a San Francisco; Los Jonas se habían ofrecido a cuidar a tu hermanita Megan (cosa de la que tú no estabas enterada), Will tenía una final del torneo de básquetball de la secundaria, Emma iría a visitar unas nuevas amigas (Ashley Tisdale y Vanessa Hudgens) y Cody debía pasar el fin de semana con Miley Cyrus y aprenderse unos libretos, por lo que tú quedabas sola en casa.
Sí, ya era sábado por la tarde. Lily había tomado la llave de tu habitación la noche anterior y ahora estaba en la sala de tu casa con Nick y Joe mientras que Kevin estaba en el piso superior esperando para poner su plan en marcha.
Convencieron a Nick de que tú no estabas en casa y que debía ir a tu habitación a buscar las llaves que había en una pequeña cajita de madera sobre la mesita de tu "mini Living". Luego de bastante protestar, el chico accedió y subió. Cuando entró a tu habitación, no te vio y creyó que en verdad no estabas; aunque tú estabas bañándote en el baño de tu habitación.
Comenzó a buscar la dichosa cajita para sacar las llaves, pero cuando creyó que la había encontrado, la puerta se cerró con un golpe seco. El joven creyó que había sido efecto del viento y tomó la cajita entre sus manos, la abrió y no vio nada más que una pequeña rosa seca. Se dirigió hacia la puerta para bajar y decirles a Joe y Lily que las llaves no estaban, pero cuando bajó el picaporte para abrir, la puerta no se abrió. Lo intentó nuevamente, pero nada...había quedado encerrado en tu habitación.
Mientras esto ocurría afuera, dentro del baño tu te estabas duchando tranquilamente, y debido al sonido del agua no podías oír bien a Nick, que estaba pegando fuertes puñetazos y patadas a tu puerta para que lo dejara salir.
Cuando acabaste, te diste cuenta de que la ropa que habías traído para cambiarte se había mojado y tenías que buscarte más. Cómo estabas sola en casa, te envolviste con una toalla, te peinaste un poco el empapado cabello y abriste la puerta, viendo algo que no esperabas encontrar
Tú: N...Nick?
Nick: ___? *entonces te diste cuenta de que solo llevabas una toalla rodeando tu cuerpo y te pusiste muy MUY roja*
Nick se había quedado mirándote de arriba abajo, también muy rojo. Realmente te veías...ehh...por qué negarlo? Muy sexy con esa toalla y el cabello mojado calléndo sobre tus hombros y las gotas de agua rodeando tu cuerpo
Tú y Nick: ¿Qué haces aquí? *preguntaron al unísono. Tú lo miraste con el seño ligeramente fruncido*
Tú: Pues...es mi casa...se supone que TENGO que estar aquí, no? *lo miraste fijamente* Tú?
Nick: Creí que no estabas y...bueno, me mandaron a buscar algo aquí y cuando iba a salir...la puerta se había atorado *la señaló* Y ahora tu llegaste...en toalla *acotó mirando a otro lado. Tú enrojeciste*
Tú: Trata de abrir la puerta...yo voy a cambiarme *murmuraste, tomaste algo de ropa y te metiste en el baño*
Estuviste unos minutos y al salir, quedaste así:

Tu cuarto era grande, y aprovechando que tu tenías pocas cosas, en una de las esquinas tenías una mesita y al rededor tres pequeños sofás. Nick estaba recostado en el más grande(de dos plazas) y tú llegaste y te sentaste en el pequeño.
El menor de los Jonas te lazó una mirada rápida y luego la desvió para que no te dieras cuenta. se quedó mirando el techo
Tú: Demonios...debo quedarme encerrada contigo hasta que vengan mis padres?
Nick: Créeme, yo odio esto tanto como tú *dijo sin mirarte* A propósito, cuando llegan tus padres?
Tú: El domingo por la noche *respondiste cerrando los ojos momentáneamente. Luego los abriste, te paraste y fuiste a la repisa a mirar tus CD's*
Nick: Genial... *ironizó*
Lo cierto es que no le desagradaba la idea de pasar dos días encerrado contigo...al contrario...le agradaba...se quedó observándote detenidamente, luego metió su mano en el bolsillo, tocó el relicario y cerró los ojos. ¿Por qué era tan orgulloso? ¿Por qué no podía simplemente caminar hacia tí, tomarte de la cintura y besarte como antes?

Pasó una hora y media y seguían allí encerrados, sin percatarse de que una pequeña camarita grababa todo lo que sucedía, pasándolo por la pantalla de la TV de la sala de tu casa para que Joe, Kevin y Lily pudiesen verlos.